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 Círculo de la Fórmula
 






Queridos Amigos:


El Círculo de la Fórmula de la Orden del Fuego elabora fórmulas
ceremoniales estacionales denominadas Fórmulas del Tiempo.



Las Fórmulas del Tiempo integran en su composición modalidades
estacionales de la Energía Cósmica con situaciones y hechos del Mundo.




El Templo o la Conciencia Espiritual puede concebirse como una barca
comandada por una tripulación de siete Sitiales o puestos que va navegando a
través del mar del Mundo que se refleja cósmicamente en los doce
constelaciones o signos zodiacales.




El Guía, o Espíritu Consciente es la situación actual en ese viaje, está
representado por el acontecimiento del Plenilunio que representa la
presentación del Orden a la Conciencia.




El Plenilunio representa la toma de conciencia, el acceso al
conocimiento, la manifestación de un estado del Orden.




A lo largo del Tiempo anual el Plenilunio se va desplazando mensualmente
a un Signo Zodiacal distinto y marca la situación actual de Cosmos. La
petición actual del Alma Estacional.




El reclamo del Alma está entendido y basado en un nivel planetario
indudable: la estacionalidad del planeta que ancla en sentimientos tan
precisos y fundantes como los sentimientos estacionales. Para todos los
hombres el flujo estacional primavera, verano, otoño e invierno, presenta
exigencias espirituales básicas y moviliza actitudes y emociones
arquetípicamente distintas ante el Mundo.




El encuentro del Espíritu y la Conciencia se denomina precisamente el
Espíritu Consciente.




Los Sitiales son los puestos de comando de la nave de Astral que es el
Templo.




Son siete funciones que se consideran imprescindibles para la navegación
espiritual.




Los Sitiales como tales son Centros o Núcleos ceremoniales de Situación
que por arriba llegan a las modalidades abstractas de la energía del Alma y
por debajo encarnan o enraízan en condiciones del Mundo concretas vinculadas
con un Tiempo y un Espacio actuales.




Oriente, Occidente, Custodia, Tesoro, Ceremonial, Memoria y
Hospitalidad. Son estas las siete funciones imprescindibles para la
navegación espiritual. El estudio de cada Sitial está confiado a un
Magisterio del Sitial que administra las definiciones fundamentales del
mismo.




La Relación entre Cosmos y Mundo articula el Tiempo ceremonial. El
suceso cósmico, representado por el plenilunio, marca una situación
simbólico en el Mundo.




Así como la Estrella de Belén ilumina desde el Cielo el suceso que
acaece en la Tierra y señala el lugar y la modalidad de su acaecer, así las
características del Ciclo Plenilunar descubren y revelan para la fórmula a
determinadas inflexiones del Mundo.




La comprensión de un suceso tiene una parte fundamental en la atención
que se preste al mismo. Sin el patrón para su detección los sucesos no
aparecen. Sólo ante la ligazón con un nombre un suceso se presenta a la
conciencia.



La Barca, se orienta por las estrellas pero navega en los mares del
Mundo.




El ejercicio de cada uno de los Sitiales de la barca está necesariamente
comprometido con su situación de Mundo.




Los Sitiales formulan en relación a estados cocretos de Mundo que les
constan, que resultan verdaderos conforme a su apreciación de Sitial.




Cada Sitial es un punto de integración entre Cosmos y Mundo, Entre Alma
y Personalidad, en torno al cumplimiento de una función de la navegación
Espiritual.




Los Sitiales son actitudes espirituales desde las cuales se interpreta
esa integración Cosmos-Mundo.




Por ello el Sitial para su ejercicio necesita del Mundo puesto que el
Mundo es el objeto de su función.




En la gramática de la oración ceremonial el Sitial representa
arquetípicamente al Sujeto y al Verbo; el Ciclo representa al Complemento de
Modo y el Estado de Mundo al Objeto Directo.




Sin embargo en la relación de formulación también pueden intercambiar
sus lugares oracionales.




La construcción de las Fórmulas consiste en una articulación sintáctica
de estos elementos.



Si bien en el Círculo los Hermanos solemos utilizar formuladores
robóticos que consultan y actualizan bases de datos de símbolos y
significantes la vivencia real y actual es la base que hace al oficial
suscribir la Fórmula. La fórmula debe ser suscripta por un funcionario que
debe constatar vivencialmente la realidad de mundo que la fórmula invoca. De
esta realidad depende su verdad como fórmula.




Estas bases de datos de los programas formuladores son a su vez
enriquecidas y perfeccionadas por cada acto de formulación.




La realización del proyecto externo Fórmulas del Tiempo a través de la
web integró formatos ceremoniales vigentes en la web como el formato de
presentación de diapositivas comunmente llamado PowerPoint que es sumamente
utilizado por los internautas para el envío de fórmulas de salutación,
felicitación, propiciación y expresión de deseos lo cual le confiere una
aptitud demostrada para la formulación ceremonial de Astral.




La modalidad de trabajo de "material hallado" permite objetivar en este
nivel de la formulación ceremonial el encuentro con el material del Mundo.



Así el encuentro en la web de una imagen o una melodía por intermedio de
una búsqueda cuando en mente se tiene una fórmula del ciclo produce en el
formulador un sentimiento de hallazgo, de encuentro.




Este encuentro es sustancialmente el mismo que el que tiene cualquier
persona cuando encuentra la imagen que quiere para su tarjeta postal. Ese
mismo estado de encuentro pero realizado periódicamente, cíclicamente, y
posicionado en siete distintas funciones es



el que se realiza en los trabajos de formulación. En definitiva, un
posicionamiento complejo, diseñado y profesional para la interpretación.




El acto creativo de la formula conlleva siempre un Ah! un acto de
iluminación que se produce al encuentro de la imagen con la fórmula.




Este Ah!, de encuentro genera una especie de sorpresa que hace que la
imagen se entienda nuevamente a la luz de la fórmula y que al mismo tiempo
la fórmula se entienda nuevamente a través de la imagen y que ambas revelen
en su encuentro una situación nueva de interpretación que rsulta original
para ambas. Este espacio de creación es el espacio del Formulador que
produce su encuentro. Este espacio de poder interpretativo se ejerce como
funcionario de una función espiritual determinada, es decir se ejerce
discriminado en siete Sitiales que en su conjunto deben expresar la unidad
del viaje espiritual.




El estado de Mundo se halla en la imagen y en la melodía hallada.



De allí el inmenso valor de la imagen hallada puesto que ella es
absolutamente imprescindible para la situación de hallazgo se produzca,
puesto que el hallazgo es precisamente la iluminación: la materia elaborada
de la Obra.




Por ello la fórmula final de agradecimiento que integra las
presentaciones apunta a integrar a la conciencia la maravilla de la vida que
manifiesta la vida ante nuestros ojos.




A traves de este encuentro el formulador se encuentra espiritualmente
con otras personas que han producido desde otros distintos contextos y que
por obra de la formulación se encuentran en una nueva instancia de la
significación.




El buen caminante agradece al necesitado al que acaba de asistir por ser
la causa y objeto de su amor.




El necesitado agradece al caminante el amor de su necesidad, el
encuentro con lo que busca.




Cristo agradece a Lázaro el haber sido objeto de su fórmula de
resurrección.




Como todos agradecemos a la vida, a la encarnación, las posibilidades de
acción y de conocimiento y de diseño de mundo que la encarnación nos brinda.




Por ello el suceso del Mundo es lo imprescindible, lo dado, lo
ineludible, lo que pasa, lo que nos pasa.




Cuando el suceso del Mundo concreto (estado de Mundo) se encuentra con
su descripción desde las categorías del Alma (lugar en el Ciclo) a través de
una visión de función (Sitial), se produce una Fórmula de Sitial.




Una conciencia situada en una función espiritual (Sitial) realiza una
unión entre las necesidades del Alma (Lugar en el Ciclo) y un estado del
Mundo (Situación concreta).




A través de la selección del material en la red la producción simbólica
del Mundo es tomada como materia prima para integrarla en una nueva fórmula.




Lograr la mejor unión entre las necesidades del Alma y las condiciones
del Mundo es el objeto de toda fórmula vital.







La Fórmulas de nuestra vida son la relación vital que establecemos entre
las necesidades del Alma y las condiciones del Mundo.








Una Fórmula del Bien es el mejor encuentro entre Alma y Mundo.








Todos escribimos las fórmulas a lo largo de nuestra vida, en todo
momento, con nuestros pensamientos y con nuestras acciones.








Por ello el dedicarnos a elaborar preferentemente nuestros deseos de
bien es el comienzo de la realización de los proyectos de Mundo.



Un cambio conciente en el estado de Mundo comienza necesariamente con su
formulación.




Animémonos a formular explícitamente nuestros mejores deseos puesto que
toda transformación comienza con su proposición.




Toda verdadera Magia es el desarrollo de una Fórmula de Bien.






Con Libertad, Armonía y Amor.






                                                                                                     

H^ Juan Carlos Badía